Aprovechamiento de los beneficios de las hormonas orgánicas procedentes de extractos vegetales en los abonos

Una aplicación que está ganando reconocimiento es el uso de hormonas orgánicas derivadas de extractos vegetales en los fertilizantes.

Las hormonas orgánicas ofrecen numerosas ventajas, como un mejor crecimiento y desarrollo de las plantas, una mayor resistencia a los factores de estrés, una mejor absorción de nutrientes y un menor impacto medioambiental. En este artículo, analizamos las ventajas de utilizar hormonas orgánicas procedentes de extractos vegetales en los fertilizantes y su potencial para revolucionar el cultivo hoy en día.

Gen1:11 está enriquecido con diversos extractos vegetales que contienen de forma natural, entre otras, las siguientes hormonas vegetales: auxinas, citoquininas, giberelinas, triacontanol y ácido salicílico. Además, nuestros extractos también contienen vitaminas, aminoácidos, humatos, silicio, etc....

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Hormonas ecológicas procedentes de extractos vegetales

Las hormonas orgánicas procedentes de extractos vegetales, como las auxinas, las citoquininas y las giberelinas, desempeñan un papel importante en la regulación de diversos procesos fisiológicos de las plantas. Cuando se incorporan a los fertilizantes, estas hormonas pueden estimular la división, el alargamiento y la diferenciación celular, lo que se traduce en un mejor crecimiento de las raíces y los brotes. Al fomentar el crecimiento de tejidos vegetales sanos, las hormonas orgánicas contribuyen a mejorar el rendimiento de los cultivos, la calidad de los productos y la productividad general.

Triacontanol

Una hormona vegetal concreta con beneficios demostrados es el triacontanol. Se ha descubierto que el triacontanol mejora significativamente la fotosíntesis en las plantas. Activa las enzimas implicadas en la fotosíntesis, lo que aumenta la producción de clorofila y la asimilación del dióxido de carbono. Esta hormona favorece la conversión eficaz de la luz solar en energía química, lo que se traduce en una mayor tasa de fotosíntesis y más biomasa para la planta. Al incluir triacontanol en los fertilizantes, los agricultores pueden optimizar la capacidad fotosintética de los cultivos, mejorando así el crecimiento y la productividad globales.

hormonas orgánicas en los fertilizantes

Las hormonas vegetales son reguladores químicos versátiles del crecimiento de las plantas.

Ácido salicílico

El ácido salicílico es conocido por su capacidad para activar los mecanismos de defensa de las plantas, reforzando su inmunidad frente a diversas enfermedades, plagas y patógenos. Cuando las plantas se exponen al ácido salicílico, activan una serie de reacciones bioquímicas que refuerzan sus defensas naturales. Esta hormona desencadena la producción de compuestos antimicrobianos, como las fitoalexinas, que inhiben el crecimiento de patógenos. Además, el ácido salicílico aumenta la producción de genes de defensa y favorece la síntesis de proteínas patógenas que ayudan a combatir las enfermedades. Al incorporar el ácido salicílico de la corteza del sauce blanco a los abonos, los cultivadores pueden proporcionar a las plantas un mecanismo de defensa natural.

Absorción más eficaz de los nutrientes

Las hormonas orgánicas contribuyen a que las plantas absorban y utilicen eficazmente los nutrientes esenciales. Por ejemplo, las auxinas facilitan la absorción de nutrientes minerales, especialmente el fósforo, al aumentar la superficie radicular y promover la ramificación de las raíces. Las citoquininas, por su parte, mejoran la translocación de nutrientes dentro de las plantas, lo que conduce a una mejor distribución y un uso más eficiente de los nutrientes. Al incorporar hormonas orgánicas a los fertilizantes, los agricultores pueden optimizar la absorción de nutrientes, reducir el desperdicio de fertilizantes y minimizar la lixiviación de nutrientes, con el consiguiente ahorro de costes y reducción de la contaminación ambiental.

Mejorar la resistencia al estrés

Las plantas se enfrentan a menudo a diversos factores de estrés ambiental, como la sequía, el calor, la salinidad y las enfermedades. Se ha demostrado que las hormonas orgánicas derivadas de extractos vegetales mejoran la resistencia de las plantas al estrés. Incluyendo hormonas orgánicas en los abonos, los cultivadores pueden reforzar la resistencia de sus queridas creaciones y garantizar cosechas más estables y fiables.

Afortunadamente, el uso de hormonas sintéticas suele estar prohibido. Las hormonas orgánicas derivadas de extractos vegetales ofrecen una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Estas hormonas son biodegradables y no suponen ningún riesgo para los organismos del suelo, los ecosistemas acuáticos ni la salud humana. Mediante el uso de hormonas biológicas en los fertilizantes, los agricultores pueden promover la salud de los cultivos y aumentar el rendimiento y la calidad.

Conclusión:

La inclusión de hormonas biológicas derivadas de extractos vegetales en los fertilizantes ofrece numerosas ventajas a cualquier cultivador. Estas hormonas contribuyen a mejorar el crecimiento y el desarrollo de las plantas, a una absorción más eficaz de los nutrientes, a una mayor tolerancia al estrés y a una reducción del impacto medioambiental. En nuestro afán por optimizar la calidad de nuestros abonos orgánico-minerales, aprovechar el poder de las hormonas biológicas ofrece una oportunidad apasionante para revolucionar la forma en que cultivamos nuestras queridas creaciones.

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